Tras una semana de incertidumbre y la paralización de actividades del millonario proyecto siderúrgico Mutún, ocasionada por el cobro de boletas de garantía de parte de la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM) por un valor de $us 18 millones, ayer dos altos ejecutivos de la firma india Jindal accedieron a recibir a EL DEBER en Puerto Suárez y rompieron el silencio sobre el conflicto que mantienen con la estatal además de las discrepancias con el Gobierno.
El argumento es sencillo: si el Poder Ejecutivo no garantiza los 10 millones de metros cúbicos día de gas (MMm3/d), y solo quiere dar 2,5 millones hasta llegar a 6 millones en 2014, entonces la continuidad de los inversionistas pasa necesariamente por la restructuración total del proyecto y la firma de un nuevo contrato.
Dhiranirod Parida, presidente de Minas y jefe del proyecto Mutún y Yashwant Kumar, vicepresidente del proyecto Acero, no ocultan su enojo por la actitud gubernamental al haber cobrado dos boletas de garantías a la Jindal ($us 36 millones) en solo dos años, pese a que ellos no recibieron a tiempo las tierras y hasta el momento YPFB no firma ningún contrato de gas para el proyecto que pueda garantizar el desarrollo de la siderurgia.
YPFB ha hecho conocer que no puede dar 10 MMm3/d de gas y la ESM ha cobrado nuevas boletas, por lo que el presidente de la Jindal, Naveen Jindal, instruyó suspender todas las operaciones. ¿Significa que se van del país?, se consultó a los ejecutivos a lo que Parida respondió: “Es una pregunta muy difícil para explicar. Pensamos muy mal, pues en estos momentos no hay futuro del proyecto. No entendemos por qué se nos cobró dos boletas más pues hemos invertido $us 600 millones. Nosotros siempre estamos listos para trabajar, pero hay cosas pendientes. Hemos enviado cartas al Gobierno exigiendo un contrato de provisión de gas, porque sin ello no podemos concretar el proyecto. Tenemos entendido que no hay el energético, entonces, tenemos mucha preocupación. Hemos ido a La Paz y hay el compromiso de dotarnos 2,5 MMm3/d de gas, así que vamos a ver qué podemos hacer”.
Parida aclara que están dispuestos a seguir en el país, pero ello pasa necesariamente por que la administración gubernamental selle el contrato de gas y además se firme un nuevo contrato, pues hay que reprogramar todo el proyecto.
Por su lado, Kumar ve difícil la situación y agrega que en las diferentes reuniones que sostuvieron con el ministro de Minería, Mario Virreira, y el presidente de la ESM, Sergio Alandia, nunca se les informó sobre el cobro de las boletas, además que no hay ni siquiera los resultados de las auditorías que realizan dos consultoras.
“Si no hay gas cómo podemos producir acero. Tanto el Gobierno como nosotros podemos continuar con el de-sarrollo de Mutún, pero ellos deben demostrar sus intenciones con voluntad”, afirmó Kumar.
Al respecto, el presidente del Comité Cívico de la provincia Germán Busch, Olvis Hurtado, informó que una comisión de cívicos y representantes municipales de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen Rivero Tórrez decidió declararse en estado de emergencia en defensa del proyecto y no se descartan movilizaciones.
En Santa Cruz, alrededor de las 18:00, Jorge Gallardo, gerente de Asuntos Legales de la Jindal, brindó una conferencia de prensa en la que reiteró que el cobro de la segunda boleta de garantía es ilegal y que la empresa está analizando los pasos legales que deberán seguir para defender sus derechos.
El presidente de la ESM, Sergio Alandia, y el director por la Gobernación de Santa Cruz, Hugo Sosa, no pudieron ser contactados mediante vía telefónica.
Se pudo saber que Alandia llegará a Puerto Suárez el jueves para brindar un detallado informe de lo ocurrido.
Hay preocupación en Puerto Súarez
Dos urbanizaciones, comerciantes de Puerto Suárez y Quijarro y vecinos de esos municipios temen lo peor por la posible salida de la firma india de la zona. La urbanización Victoria y Mutún creadas tras el ingreso de los inversionistas a la región exteriorizaron su preocupación por la paralización del proyecto, pues puede impactar en el desarrollo de la zona que apenas tiene cuatro años de vida y que gracias al Mutún creció rápidamente.
Ernesto Montaño junto a sus hijos, dedicado íntegramente a la venta de chicharrón en una de las calles más transitadas en la urbanización Victoria, muestra su tristeza por el rumbo del proyecto ya que podría hacer desaparecer su negocio y además que la gente volviese a a sus lugares de origen.
Es que mucha gente llegó del occidente (La Paz, Oruro y Potosí) para trabajar en el yacimiento, pero ahora ven con incertidumbre la continuidad del mismo.
Así como él una veintena de personas está ‘cruzando los dedos’ para que la siderúrgica Jindal siga desarrollando el Mutún, caso contrario no descarta regresar a su tierra natal.
Pero eso no es todo. Los comerciantes son los que más temen, ya que sus ingresos pueden mermarse un 80%, según la presidenta del mercado municipal de Puerto Suárez, Migelita Almaral Rivero.
Fuente: El Deber
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