El Premio Libertad «Juan Javier Zeballos Gutiérrez», otorgado por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), se «va a constituir para mí en un nuevo desafío… desde mi vocación para los jóvenes», dijo anoche el arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, en un acto en el Club Social en el que recibió el homenaje de personalidades cochabambinas.
Solari fue el elegido en la sexta versión del Premio que entrega anualmente la ANP a una personalidad que haya luchado por valores sociales como la libertad y la democracia en el país, según explicó el presidente de esta entidad, Marco Dipp.
En este caso se tomaron en cuenta las intervenciones de Solari como mediador en la Guerra del Agua y Enero Negro, además de su labor en pro de los jóvenes, la educación y la lucha contra la drogadicción.
Solari resaltó los méritos de los anteriores galardonados desde 2007, año en que se instituyó el premio: el cardenal Julio Terrazas; el periodista Alfonso Prudencio “Paulovich”; el sacerdote y periodista José Gramunt de Moragas; el periodista y director del diario El Deber, Pedro Rivero, y la investigadora y comunicadora social Carmen Beatriz Ruiz Parada, en ese orden desde 2007. “A mí me toca hacer lo mismo desde mi vocación con los jóvenes. ¿Quiénes mejor que ellos anhelan y sueñan libertad?”, dijo en su alocución.
El Arzobispo expresó su preocupación por jóvenes que han dejado la familia y que creen que libertad es hacer lo que quieren, por lo que en los colegios “precisamos maestros que sean auténticos padres y madres, que reemplacen a tantos papás y mamás”.
Agregó que es importante que los hijos que es vital que aprendan a cultivar la libertad y no dejarse llevar por la moda o falsos conceptos de libertad.
Solari acabó su alocución con la sentencia de que “es libre quien ama”. También narró la vez en que a sus 16 años, su padre, que se oponía a que él siguiera una vida sacerdotal, cedió porque entendió que había criado a su hijo en libertad.
“Lo que estimula y mueve la libertad es el amor, mientras que la verdad la ilumina y la dirige. Por lo tanto, podemos deducir que la libertad es el fruto del amor y de la verdad”, dijo.
En la ocasión, se difundió también un documental que hacía referencia a la vida pastoral de Solari, italiano nacido en familia religiosa y que renunció a una vida próspera por la de servicio.
También se recordó su tarea en Bolivia, desde su llegada al país en 1974, pasando por ordenación como arzobispo de Cochabamba en 1998.
Se destacó, además, su trayectoria de servicios en su vida pastoral así como en el campo de la educación desde la Comisión para la Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana.
En el acto estuvieron personalidades cochabambinas, políticos, empresarios, religiosos, periodistas y propietarios de medios de comunicación.
Fuente: Los Tiempos
[ad#ad-2-300×250]