Con las patas vendadas y débil se encuentra Pulgarcito, un oso melero juvenil, que logró huir de los incendios con las cuatro patas quemadas y se recupera en el Centro de Atención y Derivación de Fauna Silvestre de Santa Cruz.
Pulgarcito es uno de los pocos animales que logró escapar de los incendios que afectan al oriente boliviano y se calcula que más de 30 millones de vertebrados murieron quemados. Esto representa un daño irreparable por la pérdida de biodiversidad, que será casi imposible recuperar.
En los bosques quemados se encontraron cadáveres calcinados de osos perezosos, capibaras, tortugas, diversidad de aves, víboras, lagartos, venados, variedad de monos, osos hormigueros y otras especies. El otro grupo de animales que logró escapar del fuego con graves quemaduras difícilmente podrán retornar a su hábitat y los que huyeron sin resultar heridos corren el riesgo de morir porque deben recorrer largas distancias para conseguir alimento, agua y un nuevo hábitat
Vincent Vos, miembro del equipo de profesionales del Instituto de Investigaciones Forestales de la Amazonía de la Universidad Autónoma de Beni, explicó que la Amazonía concentra la mayor cantidad de reserva de flora y fauna, por lo que calcula que el número de mamíferos muertos por los incendios este año supera los 30 millones de vertebrados (mamíferos, reptiles, aves y anfibios).
Además, el investigador señaló que a la fecha más de 5,5 millones de hectáreas fueron devastadas por los incendios y otros 400 millones de árboles habrían sido calcinados por el fuego.
Vos dijo que los animales que lograron escapar del fuego corren el riesgo de morir porque las nuevas áreas a las que migren no tendrán capacidad de recibirlos y no encontrarán suficiente alimento. “No puedes meter medio millón de aves más en un hábitat ya establecido, estos tienen gran riesgo, pueden morir de hambre o no logra reproducirse, ahí se pierde más de los 30 millones de vertebrados que habíamos calculado”, explicó.
Hay animales grandes que logran escapar del fuego, pero hay especies más lentas que no pueden hacerlo y hay otros que sólo pueden vivir en selvas vírgenes, para ellos el riesgo es mucho mayor e incluso pueden extinguirse por completo. Por ejemplo, hay una especie de rana que sólo vive en algunos pozos de la Chiquitanía. Si el fuego hace que estos se sequen o se contamine el agua por las cenizas, esta especie podría extinguirse por completo.
Recuperación
El experto indicó que tras un incendio todo lo que hay en los bosques desaparece, ya no queda vida, por lo que el área ya no logra recuperarse y la mayoría de estos se convierte en pastizales, eso se debe a que los incendios son recurrentes y la frecuencia de lluvias disminuye.
“Es casi imposible que se vuelva a como era antes, como humanidad no lo volveremos a ver, si la humanidad se extingue, quizá sí se recuperarían las áreas quemadas. Pero, así como estamos, es mucho más probable que las áreas quemadas se conviertan en pastizales o desiertos. El Sahara hace 100 mil años atrás era un bosque”, explicó.
Si los incendios continúan cada año, el colapso de los ecosistemas continuará y hasta 2050 todas las áreas bajas de Bolivia podrían quedarse sin bosques, indican estudios de organizaciones internacionales. Actualmente, Santa Cruz perdió el 24 por ciento de sus precipitaciones y aguas superficiales.
Según el reporte elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en América Latina, el 94 por ciento de las poblaciones de las especies de animales están en declive y más del 50 por ciento de esto se debe a la expansión de la agricultura, explicó Vos.
Antecedentes
En 2020 los incendios consumieron dos millones de hectáreas en el pantanal boliviano y un estudio determinó que 17 millones vertebrados habían muerto. Con base en ese estudio, la consecuencia de la quema de más de cinco millones de hectáreas en 2024 puede superar la muerte de más de 30 millones de animales.
En 2019 se quemaron más de 2 millones de hectáreas de bosque chiquitano, donde se estima que el número de mamíferos muertos directamente por fuego fue de aproximadamente 5.914.527, según la investigación de Luis Pacheco.
De acuerdo con estudios realizados por la Fundación Tierra, sólo hasta el mes de agosto de este año, se quemaron más 4 millones de hectáreas en todo el país. Pero el director de la institución, Gonzalo Colque, señaló que la cifra podría llegar a superar los 5 millones debido al descontrol de los focos de calor en septiembre y porque la época de chaqueos persiste hasta finales de octubre.
“Todavía no estamos al final de la época de quemas y posiblemente superemos los 5 millones de hectáreas en todo el país, porque los incendios y quemas continuarán hasta finales de octubre, entonces la evaluación completa la vamos a tener para esa fecha. Pero las tendencias apuntan a que en dos meses de periodo de quemas superemos eso y este año sea el de peor desastre ambiental”, dijo Colque.
Este año los departamentos más perjudicados por el fuego son Santa Cruz con 2,6 millones de hectáreas, Beni con 1,3 millones de hectáreas y La Paz con 18.990 hectáreas.
En Santa Cruz, el municipio de San Matías es el más afectado, con 1.253.505 hectáreas quemadas, el fuego devoró 46,8% de su territorio, según datos analizados por la Fundación Tierra.