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Dan último adiós con honores a los 4 policías muertos en conflictos

La Policía Boliviana despidió ayer con honores  a los tres uniformados que fueron martirizados y muertos en una emboscada en el Golfo, el 11 de junio, protagonizada por sectores afines al evismo cuando iban a desbloquear la entrada al municipio de Llallagua, que estaba cercada 12 días sin alimentos, sin agua, sin gas y sin combustible. También se recordó al cuarto policía que fue asesinado en Confital.

En un acto solemne en la Academia Nacional de Policías (Anapol) se despidió al subteniente Christian Calle Alcón y al sargento y bombero Jesús Alberto Mamani Morales. Ambos, fueron despedidos como héroes con flores, chorros de agua, fotografías y pañuelos blancos.  

El comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Russo, expresó su solidaridad con las familias de los caídos y destacó la valentía de los servidores públicos que ofrendaron sus vidas en defensa del orden y la seguridad del país.

“La sociedad va a sentir su ausencia. Es un espacio doloroso el que atravesamos. Todos los policías, en todos los departamentos, comparten el mismo sentimiento de dolor, tristeza e impotencia”, dijo Russo visiblemente conmovido.

Durante el homenaje, se entregaron reconocimientos póstumos a los familiares de los policías fallecidos y se anunciaron ascensos honoríficos por su valor en el servicio.

El subteniente Christian Calle Alcón, quien fue secuestrado y asesinado con explosivos pegados al cuerpo por bloqueadores en Confital, fue ascendido al grado de teniente. Por su parte, el sargento primero Jesús Alberto Mamani Morales, bombero destacado en Caracoles, Potosí, y defensor de los animales recibió un ascenso póstumo a sargento segundo.

Asimismo, se rindió tributo a los ahora tenientes Carlos Enrique Apata Tola y Brayan Jorge Barrozo Rodríguez, quienes perdieron la vida durante una emboscada en Llallagua, atribuida a grupos afines al expresidente Evo Morales.

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