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Donald Trump autoriza un plan de acciones encubiertas en Venezuela

La presión de Estados Unidos sobre Venezuela no cesa.

Mientras la flota que mantiene en aguas del Caribe lleva a cabo maniobras militares con fuego real en Trinidad y Tobago, tras la llegada a la zona del portaaviones Gerald Ford, Donald Trump ha dado el visto bueno a un plan de acciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano que podrían abrir el camino para una campaña militar más amplia, según el periódico The New York Times.

Al mismo tiempo, su Administración ha reabierto un canal de negociación con Venezuela que había estado cerrado, como apuntaba el presidente estadounidense al indicar el domingo que su Gobierno “podría estar negociando” con Caracas.

Aunque ayer, Estados Unidos rechazó una propuesta del Gobierno de Venezuela para que Nicolás Maduro dejara el poder tras un plazo de dos a tres años, según una investigación del ‘The New York Times’, corroborada también por Associated Press. La oferta incluía una transición ordenada y un acuerdo para facilitar la salida del presidente venezolano.

De acuerdo con la fuente de AP, funcionarios venezolanos plantearon que, durante esa transición, la vicepresidenta Delcy Rodríguez asumiría la presidencia y completaría el mandato hasta 2031, sin concurrir a la reelección. Washington habría rechazado la oferta al seguir sin reconocer la legitimidad del Gobierno de Maduro y considerar que el calendario propuesto prolongaba excesivamente su continuidad.

El presidente estadounidense no ha dado autorización aún para el despliegue de tropas sobre el terreno, lo que puede querer decir que la famosa segunda fase de la campaña militar contra la droga —y de presión a Maduro— de la que ha hablado en varias ocasiones puede estar constituida por actos de sabotaje, o algún tipo de operaciones psicológicas, cibernéticas o de información.

El periódico precisa que Trump aún no ha tomado una decisión en firme sobre el camino a seguir en Venezuela.

Tampoco ha dejado claro qué es el objetivo exacto de su campaña militar, ahora bautizada como “Operación Lanza del Sur”, más allá de la lucha contra el narcotráfico.

En esa operación las fuerzas estadounidenses han hundido al menos 21 supuestas narcolanchas, en ataques extrajudiciales en los que han muerto al menos 83 personas.

La Administración estadounidense asegura, sin presentar pruebas en público, que esas embarcaciones transportan droga y están relacionadas con los carteles.

También sostiene que el narcotráfico ha alcanzado unos niveles tan graves que hacen necesaria la respuesta militar para eliminar el “narcoterrorismo”.

Los asesores presidenciales le han planteado una serie de opciones algo largo de múltiples reuniones mantenidas en la Casa Blanca, al menos dos de ellas la semana pasada, inmediatamente después de la llegada a aguas latinoamericanas del Ford, el portaaviones mayor y más moderno del mundo.

Los estrategas militares han presentado una serie de infraestructuras de los carteles que podrían resultar atacados, y el Pentágono ha elaborado planes sobre ataques contra unidades militares cercanas a Maduro, según el periódico.

Ese tipo de planes estaría precedido, considera el Times, de algún tipo de acción encubierta de los servicios secretos estadounidenses.

Trump ya había autorizado el mes pasado acciones sobre el terreno de estas agencias en Venezuela.

 
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