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Un oficio que resiste El uso generalizado de tenis deja sin clientes a lustrabotas

Los lustrabotas, una imagen tradicional de las plazas bolivianas y cochabambinas, han visto reducir su actividad poco a poco debido a cambios de los hábitos de vestimenta de la población y el incremento del costo de sus materiales. 

Un lustrabotas de la plaza Colón, Oscar Marcelo Centrategui, relata cómo el trabajo ha cambiado: “Antes, trabajábamos dos compartiendo un sillón; ahora, cuesta encontrar clientes. La gente usa más tenis, que no se lustran y encima la crema (betún) ha triplicado su precio”.

La preferencia por zapatos deportivos más cómodos y casuales ha disminuido de manera drástica la demanda de limpieza de calzados. “Un zapato limpio habla de una persona ordenada. Eso me decía mi padre. Si alguien lleva zapatos sucios, su vida es igual de descuidada, nosotros trabajamos para que la gente se vea bien, para que haya elegancia”, manifestó.

Frente a la complicada situación económica que atraviesa el país, Marcelo lamenta la subida de precios de sus materiales de trabajo.

“Antes comprábamos una lata de crema por 5 bolivianos, ahora cuesta 15 o incluso 20. Y no rinde tanto como antes, además usamos diferentes colores: negro, café, canela… pero con menos clientes, se nos secan”.

El oficio del lustrador de calzado, que durante décadas eran parte del panorama urbano, muestra signos de disminución en la demanda, según testimonios de quienes lo ejercen.

“No alcanza. Lo poco que se gana se va en materiales Y los tenis… serán cómodos, pero no combinan con traje, no tienen elegancia. Eso decía mi padre: cómo están tus zapatos, así está tu vida”, comento Centrategui.

Juan Eugenio Balcázar, lustrabotas con 40 años de experiencia en la plazuela Corazonistas, confirma la difícil situación: “Antes se lustraban 30 o 40 pares al día. Hoy, con suerte, son 15. Las cosas han cambiado”. 

Balcázar, quien mantiene a su esposa e hijos y vive en una casa alquilada, se muestra resignado: “Voy a tener que buscar otro trabajo. Así ya no se puede vivir”, afirmó.

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