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Documental devela planificación del golpe de Estado

En más de una hora y basado en declaraciones de los involucrados, el documental “¿Qué pasó el 26J?” revela la planificación del fallido golpe de Estado del 26 de junio de 2024 contra el presidente Luis Arce, a quien pretendían detenerlo o asesinarlo, además confirma los nexos de los golpistas con Erick Foronda, exsecretario privado de Jeanine Áñez, con personeros de la Embajada de los Estados Unidos y con el diputado opositor de Creemos Richard Rivera.

A partir de documentos y más de 300 declaraciones, el equipo del Ministerio de Gobierno reconstruyó todo el plan golpista encabezado por el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y estructurado por el activista Fernando Hamdan, en un documental presentado ayer en un acto en el Banco Central de Bolivia (BCB) de la ciudad de La Paz, con presencia del presidente Arce.

Según el trabajo, la fase preparativa del golpe de Estado inició el 30 de marzo de 2022 y tuvo como protagonistas principales a Zúñiga y al comandante de la Compañía de Inteligencia, el mayor Leonel Elio Sanjinés Rada.

En un mensaje revelado de WhatsApp, Sanjinés le informó a Zúñiga sobre una reunión privada entre Osvaldo Villarpando, exoficial de la Armada, y el teniente coronel de artillería Roberto Vargas, alias Ovejo Vargas, donde Villarpando mencionó que “se reunió con un almirante de la reserva y expresaron que hay malestar en las Fuerzas Armadas”.

 

En tal sentido, Vargas recomendó tener una idea general para lograr un 90% de éxito al realizar un golpe civil-militar. “Al menos hay que tener una idea general para que ustedes tengan al menos un 90% de saber qué éxito van a tener”, dice Vargas en un audio incluido en la parte inicial del documental.

A partir de la sugerencia de Vargas, en mayo de 2024, sin el consentimiento del Ministerio de Defensa, se realizaron los cursos Doctrina de Operaciones Urbanas para capacitar al personal militar con la finalidad de “constituirse en una guía doctrinaria que facilite el entendimiento del personal de cuadros a nivel estratégico operativo en la planificación de operaciones militares en terreno urbano”.

En este manual existe un acápite donde se habla de lo sucedido en 2003, en el enfrentamiento entre militares y policías en plaza Murillo y refiere entre las lecciones aprendidas que “en muchas filmaciones se pudo constatar la falta de instrucción en relación con el tiro, tanto en el personal de cuadros como en la tropa. En muchos casos se vio que dispararon de forma indiscriminada, sin tener un blanco identificado positivamente y sin aplicar los fundamentos básicos de la puntería”.

“Así mismo, no existieron los medios de comunicación necesarios, lo cual tuvo como consecuencia la desorganización durante el repliegue de las unidades militares y mucho más cuando seguían disparando, incluso después de que el jefe de la casa militar había iniciado el diálogo con los efectivos policiales”, apunta el documento.

 

Por tanto, en el plan de la asonada golpista del 26 de junio se “detallaba todo lo que debía hacer un soldado o un miembro de las Fuerzas Armadas al momento de enfrentar situaciones” posteriores a la toma del poder.

En el marco de estas acciones, el 21 de mayo de 2024, Zúñiga reunió en su casa, en La Paz, a varios militares, entre ellos, al coronel Edison Alejandro Irahola Caero, comandante de división Mecanizada 1, al coronel Gonzalo Fernando Landa Ferreira, comandante CEO; teniente coronel Raúl Barbery Muiba, del Regimiento Policía Militar 1, donde, según declaraciones de los investigados, se analiza “posibles escenarios políticos diseñados por la Compañía de Inteligencia del Ejército” a partir del cual se realiza el golpe.

“A mediados del mes de marzo, el general Zúñiga me indica que realice una perspectiva estratégica, que es una generación de escenarios en base en los conflictos existentes: el primer escenario daba hechos portadores del futuro y hechos que son variables que nos llevaban a un escenario de una convulsión social próxima y lo que podía llegar y generar una sucesión constitucional a través de la presión social y la dimisión del gobierno”, explica Leonel Elio Sanjinés Rada en sus declaraciones.

“En un siguiente escenario se genera todos los hechos que están pasando y lo que podría generar una dimisión del gobierno, una sucesión constitucional no aceptada por el vicepresidente y una toma por parte del señor Andrónico Rodríguez como presidente de la Asamblea, como ha sucedido anteriormente y eso denotaba automáticamente, como decían, la vuelta de Evo Morales al ámbito político. Y en un último escenario donde indica que todo esto que iba a pasar podría generar un vacío de poder político, es la primera vez que le hablo referente a esta generación de escenarios”, detalló el militar.

 

En una parte del documental, Zúñiga da su testimonio de las acciones previas y el desarrollo de la asonada golpista del 26 de junio de 2024, cuando el comando con blindados el intento de tomar la Casa Grande del Pueblo.

El excomandante del Ejército revela que Sanjinés Rada intercambiaba mensajes de WhatsApp con Foronda, exsecretario privado de Áñez y exfuncionario de la legación diplomática del país del norte, e incluso afirma que la encargada de Negocios de los Estados Unidos en Bolivia, Debra Hevia, quería reunirse con él antes de la asonada golpista del 26 de junio.

“Aquí está una de las conversaciones de Sanjinés con Erick Foronda, inclusive tenían una aplicación especial para comunicarse. Decía también este (Foronda) que tenía que ir este martes a Bolivia, pero he cancelado, voy a ir en junio, no más ya cuando haya un nuevo gobierno. Eso le dice Erick Foronda a Sanjinés”, aseguró Zúñiga mostrando los registros de su celular.

El excomandante del Ejército también relata que durante todo el desarrollo de la toma de plaza Murillo estaba en contacto Hamdan, quien le pide que actúe con más fuerza y que cuando baje el presidente Luis Arce (desde su despacho a enfrentarlo) “tienen que capturarlo o asesinarlo”.

 

En esas horas, Hamdan no sólo se contactó con Zúñiga, sino también con el diputado de Creemos Richard Rivera.

“Hermano, estate atento a las noticias, redes, ojos y oídos, y ni bien se haga público, tienen que salir. En este momento los militares están tomando el control del país. Se exige que estos militares entreguen su patriotismo a la nación, que liberen a los presos políticos. Estoy bajo mucha tensión, no puedo hilar un discurso completo, confío que con el mejor criterio lo puedas hacer tú. Sería bueno que cuando suceda entiendan que ustedes toman el control. Necesitamos que este gobierno militar sea de emergencia y salvación nacional. Después de esto, hermano, lo que te pido es que hables a los sectores, a los entes colegiados para marcar esa misma línea”, le dice Hamdan a Ribera.

El legislador respondió con una foto que hacía alusión a una convocatoria para el 28 de junio en El Cristo.

Además de dar la línea discursiva, Hamdan ya tenía los nombres de los posibles ministros del gobierno militar de emergencia y salvación nacional: Gonzalo Chávez (Economía); Jhosua Bellot (Planificación del Desarrollo); Paul Coca (Obras Públicas); José Luis Álvarez (Educación); Armin Lluta (Desarrollo Productivo); Ana María Morales (Justicia) y Jorge Valda (Justicia o fiscal general).

 

Según el documental, en el golpe militar fallido del 26 de junio de 2024 se movilizaron 16 unidades militares, 918 efectivos entre comandantes, segundos comandantes, instructores y soldados. Además, se trasladaron 438 armas, entre fusiles, escopetas, lanzagranadas, subfusiles, pistolas de 9 milímetros, fusiles de francotiradores y ametralladoras.

La munición letal transportada fue de 23.510 cartuchos de calibre 7.62 milímetros, 5.56 milímetros y 9 milímetros. La munición no letal: 5.154 granadas de gas lacrimógeno y estopines. Los medios de transporte utilizados para el traslado de efectivos fueron 21, entre camiones Iveco y otros, y los vehículos militares fueron 36, entre camionetas Hilux, Urutus, Cascabeles y los blindados ZFB-05.

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