Bolivia

Bolivia

Muerte de un interno de Medicina revela malos tratos y avanza una investigación

La  muerte de Sebastián Peixoto Junior, un estudiante de medicina a causa de los presuntos malos tratos que recibió en prácticas profesionales, dejó al descubierto las difíciles  condiciones que soportan los universitarios.

En tanto, la investigación para  esclarecer la muerte del interno de medicina avanza.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Valle Alto, Edson Coca, informó ayer que en coordinación con la Fiscalía se  solicitó información al establecimiento de salud  y a la universidad en la cursaba la carrera el interno.

Peixoto de 46 años, de nacionalidad brasileña , fue hallado sin vida  el 14 de noviembre en un domicilio de Punata.

Coca mencionó que por los elementos que se lograron recolectar  el caso se investiga  por  homicidio/suicidio.

Comentó que cuando se hizo el levantamiento  legal de cadáver se encontró un mensaje escrito en el que el interno   denunciaba el maltrato que sufrió  por parte de algunos médicos y la  falta de apoyo del personal administrativo de su universidad.

En medio de este contexto,  ayer se llevó a cabo una protesta en puertas del Servicio Departamental de Salud (Sedes)  por parte de  estudiantes extranjeros y  bolivianos de Medicina que pedían justicia para Sebastián.  Al mitin se sumaron  varios padres de familia, quienes  denunciaron la falta de interés  de las autoridades departamentales y nacionales para sancionar y evitar los tratos crueles en los hospitales y centros de salud.

Denuncias

Durante la protesta, varios internos y residentes denunciaron que son sometidos a turnos  prolongados de hasta tres días con limitado acceso a alimentos, baño, lugar de descanso y otros servicios. la precariedad en algunos casos obliga a los estudiantes a dormir en el piso o en bancas.

En el caso de estudiantes extranjeros la situación tiende a ser más crítica, según algunos testimonios,  porque además de pagar hasta 30 mil bolivianos por  el internado no cuentan con el apoyo de su familia para superar el estrés y la depresión que terminan desarrollando por el bullying o acoso.

Asimismo, cuestionaron que los insultos y la violencia se hayan normalizado en los sistemas de salud por la falta de una normativa  que vaya más allá de procesos administrativos.

 

Scroll al inicio